12 agosto 2013

Oslo, ciudad de contrastes.

No me canso de visitar la azotea transitable de la casa de la ópera. Me gusta ese lugar. Es curioso pero en todas las fotos que tengo desde ese sitio aparece el mismo cielo con esas mismas nubes, y eso que están realizadas en diferentes fechas, a veces incluso con meses de diferencia. Esta vez había algo que diferenciaba la visita del resto. En una de las partes de la azotea estaban preparando lo que iba a ser un concierto de orquesta al aire libre y público. Eso es raro de ver. Siempre se hacen grandes proyectos con grandes ideas, pero esas ideas con el tiempo quedan olvidadas y todos esos usos alternativos de la hitos arquitectónicos quedan en utópicos. Pero por lo que parece éste no es el caso. Me gusta.
Seguimos nuestro paseo y un poco mas adelante nos topamos con un mercado medieval. Pero uno bien currado, en el que la gente de a pie va vestida de casa así e incluso se compran atuendos preciosos que venden en puestos de dicha feria.


Continuamos hacia la zona vieja de Oslo. Esta vez nos topamos con una macroquedada de hip-hop. La escena me dejó alucinada. Nunca había visto esa manera de mezclar estilos de baile, como por ejemplo latino y hip-hop. Fue una pasada digno de admirar.

Me encantaría que en España los cementerios fueran como en otras partes de Europa. Allí son considerados como parques público y la gente pasea por allí un domingo con sus hijos como si fuera lo mas normal del mundo. Incluso hay quien se lleva los libros y el bikini para tomar algo el sol mientras se relaja leyendo. Una mentalidad totalmente opuesta a la nuestra, que asociamos un cementerio con algo tétrico y frío, aunque en realidad aquí sí que son así y en mi vida iría a uno de ellos a leerme una revista.

El jardín botánico era algo espectacular. Hecho de menos unos jardines así en mi país. Tengo ganas de volver a sacar mas fotos allí.
El Parque de Vigeland, o Parque de las esculturas, probablemente el parque más famoso de Noruega.
Es una exposición permanente de las esculturas del escultor noruego Gustav Vigeland por encargo del ayuntamiento de Oslo
La mayor atracción del parque es el Monolito (“Monolitten”), que es un bloque único de granito que se alza sobre una plataforma octogonal escalonada, tiene 17 metros de altura, y está esculpido con 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas.
El resto de fotos que se observa a continuación son de Lillestrom.

(Todas las fotografías están tomadas con una canon 5D mark II, objetivo EF 50mm 1,4 y editadas con Lightroom 4.)

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