A veces es necesario frenar un poco nuestra rutinaria actividad diaria y pensar, solo pensar. Uno nunca sabe si ha tomado las decisiones adecuadas hasta que lo ve en retrospectiva. Si echas la vista atrás le encuentras sentido a cosas que hasta ese momento habían pasado inadvertidas a todos tus sentidos. Te das cuenta de lo verdaderamente importante, de las cosas que por nada del mundo te gustaría que cambiasen y de la gente que sabes que, casi con certeza, estarán o no ahí cuando las necesites.
La vida está en constante proceso de cambio, como las aguas de un río que nunca dejan de fluir hacia el mar. Hay pérdidas en mi vida que jamás podré recuperar pero hay otras que intento disfrutar todo lo que puedo mientras me sea posible a sabiendas que algún día me será arrebatadas. Y nunca será suficiente. Lo bueno siempre se hace corto.
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Así que, disfrutemos de las pequeñas cosas, de las grandes personas y de los buenos momentos que seguro están por venir.
(Todas las fotografías están tomadas con una canon 5D mark II, objetivo EF 50mm 1,4 y editadas con Lightroom 4.)
precisoso Noe. Me ha encantado.
ResponderEliminarEstremos allí cuando te haga falta.