Este verano tenemos en Cantabria un sol tímido. Lo digo porque no sabe si salir o no. Tan pronto le ves brillar esplendoroso como al rato cubrirse pudorosamente con nubes algodonadas cual damisela avergonzada por su desnudez. Así que lo que consigue es que los ilusos de los mortales nos pongamos corriendo el bañador y salgamos derrapando rumbo a la playa. Y cuando llegamos...nublado. Eso fue lo que nos pasó el otro día sin ir más lejos. Nos dirigíamos a la playa de Somo y al final lo único que hicimos es comer el bocata que llevábamos preparado porque lo de ponerse el bikini...como que no. Pero estuvo bien la tarde improvisada después de todo, ya que descubrimos sitios que anotamos en nuestra agenda para repetir visita.
El lugar en cuestión se encuentra cerca del pueblo "El Convento", junto a la ría de Ajo (Cantabria). Allí encontramos un lugar fantástico en el que tomar algo repanchingado en una silla en las tardes de verano o tirado en su jardín contemplando el incansable ritmo de las mareas.
Como referencia y sin ánimo de hacer publicidad diré que el sitio es un asador llamado "La cueva de las brujas". La próxima vez que vuelva y deguste una deliciosa parrilla veré si como restaurante se puede recomendar, mientras tanto, como he dicho antes, es un lugar estupendo para perderse y relajarse en su jardín.
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