Fue divertido hacer que todo fuera un juego para el peque, dando vueltas entre nosotras y lanzando manzanas al aire diciendo "vuela" como si creyera que en cualquier momento a esa fruta le saldrían alas y fuera a emprender el vuelo. Poco después el juego se convirtió en algo mas peligroso para mi, cuando decidió que apuntar a mi objetivo era "su objetivo" jejeje.
La mirada atenta de Flor a todo lo que haciamos.
Y al final la lluvia hizo su aparición. Adios rizos del pelo :(
Esta imagen del columpio es una de mis favoritas. Es pura felicidad. Columpiarse con su peluche no se lo esperaba y parece que le encantó.
Y un par de retratos de familia
En la siguiente ocasión ya seréis cuatro chicos. ;)
(PD: Si te ha gustado puedes dejar un comentario :)